13 jul 2007

15 minutos...

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Heb 4:12

Salía de mi oficina a las 22h00 después de un largo día de trabajo frente a mi pc desarrollando y analizando sistemas, en mi trabajo en la ciudad de Manta, Ecuador. Un auto y dos personas me esperaban fuera de la fábrica para llevarme a mi casa. Frío, brisa helada. El hombre me preguntó mi dirección, la mujer escuchaba.

Estas son las cosas porque creo y amo cada vez más al Verdadero Dios Viviente. Tal vez le pase usted, amable lector... Le comparto esta pequeña anécdota.

Yo: -Algo frío el clima de Manta, ¿verdad?. Siento más frío que en Guayaquil, en verano. Y eso que ambas ciudades son costeras y siempre hace mucho calor.

Hombre: -Sí, es cierto, pero (sabe usted...) es por eso del calentamiento global y lo de la capa de ozono...

Yo: -Umm, claro. El derretimiento de los glaciares provoca el cambio climático. Suben los niveles del mar. Cambia el ecosistema. Los científicos dicen que el hueco de la capa de ozono en algo está disminuyendo, sino nos quemaríamos con el intenso calor y los rayos ultravioleta del sol.

Hombre: -Sí, ya no se puede quedar uno mucho en el sol, porque se quema demasiado... peor estar todo el día en la playa...

Yo: (Interrumpo) -¿No oyó que en las noticias los conductores pueden contraer cáncer a la piel cuando se exponen todo el día al sol manejando? Especialmente los brazos que están frente al volante...

Hombre: (Interrumpe) -Sí, también los que sacan el brazo izquierdo y lo dejan, doblado, descansando sobre la puerta, mientras que con el derecho manejas horas y horas.

Yo: -Lamentablemente el clima seguirá de mal en peor por la inclemencia del hombre. Estamos en los días finales (lancé mi estocada) y vendrán cosas peores. Las grandes potencias contaminan el aire con sus fábricas por la avaricia del petróleo. Habrán pestes (gripe aviar), terremotos, incendios, guerras, rumores de guerra, incremento de la maldad de los hombres, irrespeto a los padres, etc.

Mujer: (Sentada a la derecha del chofer, en los asientos de adelante del auto, volteó su cuerpo y empezó a observar y a escuchar con atención mi geometría)

Hombre: -Sí oiga, de verdad que se ven cosas anormales que no veía cuando era yo joven...

Yo: -La humanidad está en decadencia... y la podredumbre moral no para. Especialmente en ciertos canales de televisión se promocionan novelas, programas, o cualquier espacio para la sensualidad y cosas vergonzosas... porque el hombre está apartado de Dios y no hace Su voluntad. Bueno digo esto porque soy cristiano...

Mujer: (Interrumpe con sutil ironía y dibujando una sonrisa en sus labios) -¡Si no nos lo decía, no nos dábamos cuenta!

Yo: -Jeje. Estamos viviendo las cosas que dice la Biblia, en los tiempos finales (empiezo a clavar la espada). Estamos llegando hasta el fin de la tierra, en los eventos que anticipan la segunda llegada del Señor Jesús...

Hombre: Marca un silencio espectante, moviendo afirmativamente su cabeza, hacia arriba y abajo y escuchando con atención...

Mujer: -Ahh, ¿eso dice la Biblia?

Yo: -¡Claro!, eso está en Daniel 7, Mateo 24 y Apocalipsis...

Hombre: -¿Viro por este lado? Así llegamos más rápido...

Yo: -Sí, sí... por aquí. Si leyéramos la Biblia, que está por encima de cualquier religión o denominación cristiana, estaríamos preparados... En vez de estar los jóvenes perdiendo el tiempo en fiestitas, escuchando reggaetón que denigran a las mujeres, o fumando o tomando... Siendo maridos respetuosos, de una sola mujer y mujeres íntegras y buenas madres...

Mujer: (Interrumpe) ¡Eso dicen todos...! (Noté sarcasmo en sus palabras)

Yo: -Bueno, lastimosamente hay gente que dicen que son cristianos, pero no lo demuestran. Son o pretenden parecer intachables dentro de la iglesia, pero fuera de ella, son igual o peores que cualquier no creyente...

Mujer: -¿Usted asiste a la iglesia de los últimos días o es evangélico?

Yo: -No soy mormón (le dije), soy cristiano evangélico, pero exclusivamente bíblico y no necesariamente creo en todo lo que me dicen en la iglesia ciertos líderes, sinó que lo busco en la Biblia y allí encuentro la respuesta. Yo pretendo seguir a Jesús, no parecerme a los hombres...

Hombre: -A la verdad que a mí sí me gusta escuchar de la Biblia y las cosas de Dios...

Mujer: (Calla un momento, mientas me mira más fijamente)

Yo: (Pienso... Han pasado 12 minutos...) -Vire por aquí que más adelantito vivo yo... en una de esas villas...

Hombre: -¿Aquí paro?

Yo: -Sí amigo... aquí es. (Me quedan tres minutos pensaba...) Bueno. Entonces lean la Biblia y aprendan del plan de salvación que hizo Dios que mandó al mundo a su Hijo para rescatarnos del pecado. Ya que nuestro padre Adán, voluntariamente desobedeció a Dios y comió del fruto prohibido. Y el hombre no puede, por sí mismo, restablecer la comunión original que teníamos con Dios. Por eso Jesús con su sangre lo hizo.

Yo: (Entierro completamente la espada...) ¿Saben a dónde iremos o que haremos después de la muerte? ¿Existe otra vida? ¿Que pasará?

Mujer: -El alma sale de la boca como mariposa, al morir...

Yo: ¡Eso es mentira!, eso es lo que el diablo quiere, que sigamos en el error, porque no le conviene. Algunas cosas de la tierra son una copia de las cosas del cielo. Por ejemplo las leyes y el juicio. Después de muertos todos vamos a estar frente al tribunal de Cristo y se nos va a preguntar: ¿Qué hiciste con la sangre de Jesús? Allí no habrán excusas. Después del juicio tendremos una recompensa: La vida eterna junto a Jesús o la muerte eterna que es la muerte segunda...

Mujer: -¡Ahh!

Hombre: -Listo amigo...

Yo: -Gracias. Bueno no me crean a mí... créanle a la Biblia y léanla. Muchas gracias. Dios les bendiga.

Mujer: -Solo para verificar y comprobar lo que usted dijo lo voy a hacer.

Yo: ¡Me alegro! Vayan a su casa, cojan una Biblia y lean con detenimiento y atención Mateo 24.

Hombre y Mujer: (Sonreían...)


Se cumplieron los quince minutos. Dios nos da estas oportunidades para comunicar su plan de salvación. Quince minutos a veces marcan la diferencia de la muerte segunda o la vida eterna...

A Dios sea la gloria por todos siglos. Amén.



Carlos Julio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades, a veces nos parece dificil hablar de Jesus, pero cuando lo hacemos, sentimos un alivio enorme sabiendo que hicimos lo que debiamos...