Este magistral poema de autoría anónima no debe faltar en los recursos de toda persona que cree en Dios. Es una obra preciosa que resume el vivir con Cristo.
Para ti querido lector, este precioso soneto:
Soneto a Cristo crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muévenme en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Autor: Anónimo, Siglo XVI
A Dios sea la gloria por todos los siglos. Amén
Por: Carlos Julio Pérez Quizhpe http://carlosjulioperezq.blogspot.com/,
email: carlosjulioperez@gmail.com
poesía Cristo Jesús Dios amor reflexión
5 comentarios:
me gustan tus letras, que Dios te bendiga y te haga una luz en la tiniebla!
Bendiciones hermano!
Gracias hermano por tus palabras y por visitar.
Dios te bendiga.
Carlos Julio
¡Uno de mis poemas favoritos!
Carlos Julio:
No se de donde eres, ni quien eres, pero el poema y la imagen me cautivaron. Gracias por tu blog. A propósito, ese poema anónimo no se le atribuye a la Teresa de Avila?
Saludos desde Casablanca, Chile V Región
Saludos.
Así es, los críticos de poesía le atribuyen esta bella obra precisamente a Teresa de Ávila.
Bendiciones.
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